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domingo, 21 de febrero de 2010

Al menos 40 muertos y 100 heridos por las lluvias torrenciales en Madeira (Portugal)


-El aeropuerto está cerrado y los vuelos se han desviado a Canarias
-La lluvia ha caído sin parar más de 15 horas y ha empeorado las inundaciones
-Don Jun Carlos ofrece la ayuda de España a las autoridades
Los servicios de protección civil buscan entre el lodo y los automóviles destrozados por las riadas posibles víctimas de las inundaciones registradas en el archipiélago portugués de Madeira, donde han muerto al menos 40 personas y hay más de 100 heridos.
Por otro lado, y debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra, más de 250 personas han tenido que ser desalojadas de sus casas mientras que carreteras, puentes y otras infraestructuras han resultado destruidas, principalmente en la zona sur de la isla
El primer ministro portugués, José Sócrates, ha visitado las zonas más afectadas por las riadas y ha instado a trabajar para restaurar la normalidad en la zona.
El dirigente socialista luso llegó a Funchal, la capital del archipiélago, acompañado por el ministro del Interior, Rui Pereira, y después de que varias brigadas de rescate, tanto militares como de servicios civiles, acudieran ya desde el continente para ayudar a las víctimas de las lluvias torrenciales.
"Es el momento de que trabajemos en conjunto", manifestó Sócrates al subrayar que se había desplazado a la isla para asegurarse de que, por parte de las autoridades centrales, se hace todo lo posible para ayudar a la isla "a responder a esta situación de emergencia".
Las autoridades regionales y los cuerpos de seguridad informaron de que hay numerosas poblaciones de la isla anegadas, sin luz ni teléfono y con decenas de kilómetros de calles y carreteras cortadas por la intensidad de las lluvias, las peores en 40 años, sufridas por Madeira durante toda la madrugada de hoy.
Los servicios de bomberos y protección civil estuvieron desbordados toda la jornada y han recibido ya el apoyo de fuerzas militares y refuerzos enviados desde el continente.
Según los informes de las autoridades hay muchas urbanizaciones de la turística isla arrasadas por el lodo, cientos de personas han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en instalaciones militares o en casas particulares y la capital, Funchal, no ha logrado restablecer aún el tránsito rodado en muchas de sus principales arterias, convertidas en ríos.
Tras las intensas lluvias de hoy, que sólo remitieron al final de la tarde hora local (18.00 GMT) y las muchas precipitaciones registradas en los últimos meses hacen temer a la población que se produzcan derrumbes y aluviones de lodo.
Las lluvias más intensas en 40 años
Las riadas han amontonado vehículos, troncos y piedras en muchas zonas de la isla y se teme que puedan haberse llevado también los cuerpos de algunas de las personas que han sido denunciadas como desaparecidas por familiares.
Los bomberos, la policía y las compañías de teléfonos y de energía eléctrica han organizado equipos de emergencia para intentar restablecer el contacto con zonas pobladas de Madeira que siguen completamente aisladas.
Según medios locales se preparan equipos de buceadores para buscar en la bahía de Funchal posibles víctimas entre los automóviles arrastrados por las riadas.
El presidente del Gobierno regional del archipiélago, Alberto Joao Jardim, declaró que se han organizado alojamientos de emergencia y el suministro de alimentos y ropas a las familias que han tenido que abandonar sus casas.
Según los servicios de meteorología, no había llovido con tanta intensidad en Madeira desde 1969, aunque para los próximos días no se prevén ya lluvias tan intensas.
Ayuda a la población
Ante la grave situación en la isla, el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, apeló hoy a la "solidaridad nacional" para ayudar a Madeira y "reconstruir un mundo que fue destruido".
También el primer ministro luso, José Sócrates, reconoció la "desolación" que ha causado el temporal y anunció su propósito de viajar a Funchal en cuanto se restablezca el funcionamiento del aeropuerto, que ha sido cerrado por los vientos de hasta cien kilómetros por hora y los daños del temporal.
El Rey Juan Carlos ha hablado por teléfono con el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, para expresarle sus condolencias por las víctimas en las inundaciones registradas en el archipiélago de Madeira y ofrecerle la ayuda de España para atender a los damnificados por las lluvias torrenciales.
El Monarca se ha comprometido con el presidente portugués a que, de inmediato, los primeros ministros de los dos países se pongan de acuerdo para prestar a Portugal la ayuda que necesite.
el mundo .es

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